lunes, 12 de noviembre de 2012

El trío homeless

Cómo lo prometido es deuda, hoy voy a contaros como va entrando Juan en la historia.

Juan, llegó a Angers 3 días antes que nosotros. Se quedaba en la residencia La Maine, donde viven Elena, Nadia, Belén, María, Vero y el Otro Dani, que no soy yo. Todos estudian en la Universidad Pablo Olavide de Sevilla y aquí en el ESSAIP.

Durante el fin de semana en el que aún no habíamos llegado Manu y yo, Juan recibía llamadas de JD para ir a ver algún piso (la idea era vivir los 4 juntos en una casa grande). Durante nuestro viaje, Manu y yo pensábamos que sería llegar a Angers y tener un piso en un par de días. Pero nada más lejos de la realidad...

Me desperté sobre las 9 de la mañana y me fui a ver a Manu, qué como recordareis había dormido en el coche. Llamamos a Juan que estaba durmiendo en la residencia y vino una hora más tarde. Mientras esperábamos a Juan, Manu y yo decidimos desayunar en un bar que hacía esquina. Echábamos de menos algo de la tierra y teníamos curiosidad por probar la gastronomía francesa. Un "Café Olé" y un "croissant" fue nuestro menú de desayuno, la mezcla no estaba del todo mal y cogimos las fuerzas necesarias para salir a la búsqueda de un piso.

Tomando el café francés con sonido español. El café olé (au lait)
Nos reunimos con Juan, Elena y Belén a eso de las 10 de la mañana y fuimos de inmobiliaria en inmobiliaria mandando los teléfonos a JD, para que llamase él porqué ninguno de nosotros hablaba francés...
Nos pusimos en contacto con Adrián y ese día no falló. No vino a ver el primer piso pero estuvo con nosotros desde el segundo piso, por lo que la comunicación con las personas que nos enseñaban las casas/pisos era mucho más fluida.
JD por su parte buscaba un sitio donde Manu se pudiese quedar con el perro. 

A lo largo del día, parada a repostar por McDonalds incluida, vimos como cuatro pisos y una casa. La casa nos encanto a todos. Por un momento nos imaginamos viviendo allí. Como todas las casas y apartamentos, estaba sin amueblar (aquí es lo típico), pero nos daba igual. Una casa señorial, dos plantas y una buhardilla. Enorme, las soirées iban a ser espectaculares. Estábamos enamorados de esa casa y durante unos días parecía que nos íbamos a quedar allí.

Después de ver esa casa, fuimos al centro con Adrián donde Manu había quedado con Irene. Vallisoletana de toda la vida, muy castiza ella, se convierte en otra persona importante de nuestra aventura. Vive en Angers con su novio Julien y JD se había puesto en contacto con ella para que se pudiesen quedar Manu y Jerry en su casa durante unos días mientras encontrábamos algo, con el fin de que Manu no durmiese en el coche otra vez. Los dejamos solos tomando algo para que se fuesen conociendo y Adrián me llevo al entrenamiento de rugby.

Rugby, algo de lo que aún no he hablado en esta historia. Parece mentira dada la importancia que tiene este deporte en mi vida, pero en ese momento había otras prioridades.
Tenía un poco de miedo, no hablaba nada de francés, no sabía como iba a encajar y que tipo de gente había allí. . No hubo apenas presentaciones antes del entrenamiento. El entrenador y yo nos comunicábamos con el poco inglés que él hablaba, pero enseguida encontró una solución, Miguel, un chico ecuatoriano, que obviamente habla español. Iba a ser mi compañero durante todo ese entrenamiento, pero realmente no hubiese hecho falta. Con el oval en las manos, me relajé y se esfumaron todas mis preocupaciones. Una sensación de relax, de comodidad, se apoderó de mi mente y de mi cuerpo. Dentro del campo, me sentía como en casa, y aunque las cosas distaban mucho a como eran en "the house of pain" (El cantizal, Las Rozas) y sólo oía blebleblublable bleblabli a todo el mundo, la sensación era de que conocía a esta gente desde hacía tiempo. Empiezo a confirmar, que la gente de rugby da igual de donde seamos, somos todos muy parecidos...

Después de entrenar, me llevó a la residencia el capitán del equipo, en el coche, todo un poco tenso, el no hablaba inglés, y yo no hablaba francés, pero muy amable, tuvo la paciencia suficiente para entenderme en mí francés ininteligible y llegué bien a casa. Esa noche dormí como un bebé, se me habían olvidado todas las preocupaciones.

Las siguientes semanas iban a ser difíciles. Las cosas se ponían mal, dejé a Juan y Manu solos buscando piso. Yo tenía que encontrar un trabajo para quedarme, así que me dediqué a ello durante dos semanas. Ellos buscando piso, pero siempre había pegas para encontrar algo. Papeles, avales, eran los principales impedimentos.
Después estas dos semanas que os he dicho, las cosas no estaban muy bien. Yo me había puesto ya fecha de vuelta, tenía una semana más para encontrar un trabajo, me estaba quedando sin dinero y la situación era casi insostenible. 
Al no encontrar pisos grandes ya, Manu empezó a buscar pisos de dos habitaciones para él y su hermano (Os recuerdo que JD iba a venir a Angers) y Juan empezó a buscar algo para él.

No recuerdo muy bien cómo fue exactamente. Manu me dijo que había encontrado algo, que firmaba el Lunes y que me podría quedar con el mientras llega su hermano y mientras encontraba un trabajo, que no me preocupase. Así que aplacé mi fecha de regreso.
Llego el Lunes, Manu firmó ya tenía su propio hogar. Un sólo problema: Estuvimos 3 días mientras ponían la luz. No tuvimos electricidad hasta el jueves. Yo me instalé el Martes y Juan el Miércoles, creo. 
No teníamos, muchas comodidades. Una mesa y un sofá cama eran nuestros muebles (la cocina estaba equipada, ya era algo). Manu duerme en una habitación con su colchón de camping, yo duermo en otra habitación con un colchón también de camping que nos ha dejado Julien, el novio de Irene y Juan duerme en el sofá cama en el salón. Actualmente seguimos en esa disposición, hemos añadido 4 sillas a nuestro mobiliario pero eso, ya es otra historia.

Más o menos esta es la historia de como nos juntamos los tres, estuvimos 3 semanas adoptados por otras personas, sin tener nuestro propio rincón, como decíamos: "un sitio donde caernos muertos". Pero por fin, el trío homeless, era más trío y menos homeless.

Del fin del mundo no me preocupe mucho durante esas 3 semanas... cuestión de prioridades.


1 comentario:

  1. Y tu trabajo?? como lo llevas??

    Gran blog, gran historia, gran persona.

    Saludos desde ibiza!Un abrazo

    Carayol

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